Monasterios de Meteora
Nunca los monjes de los monasterios de Meteora pudieron imaginar que su plácida paz eremítica de reflexión y oración pudiera verse sustituida por el interés que genera actualmente. Meteora es uno de los destinos más famosos y visitados de Grecia, cuya singularidad viene dada por el incomparable paisaje de montañas rocosas erosionadas durante millones de años y que el ser humano eligió para erigir unos singulares monasterios.
Meteora fue uno de los centros monásticos más importantes del mundo, y sin duda junto a Monte Athos uno de los principales de la iglesia irtodoxa.
Meteora significa en griego “suspendidos en el aire” o “en lo alto de los cielos”, y de aquí el nombre de los monasterios, que como astros celestes parecen gravitar sobre las cabezas de los mortales, encaramados en lo alto de torres naturales de roca. Asomados al precipicio, su construcción desafía la altura y el vértigo.
Cada visitante percibe una sensación: serenidad, espiritualidad, misticismo, sobrecogimiento, inspiración o simplemente belleza fotográfica, pero sin duda los monasterios de Meteora no dejan a nadie decepcionado, ya sean amantes de la naturaleza, fieles en peregrinación o apasionados de la arquitectura en lugares imposibles.
Los sugestivos monasterios ubicados sobre las inmensas rocas en la región de septentrional de Tesalia -elevados por encima de la ciudad de Kalambaka– son tan vistosos que han atraído la atención de gran parte del turismo que llega a Grecia. Además, su peculiaridad y valor histórico vienen acreditados por el reconocimiento de Unesco en 1989 al designarlos como Patrimonio de la Humanidad.
El cine ha utilizado como escenario y plató el paisaje de las montañas y sus coronas de monasterios. Films como Sólo para tus ojos del agente 007 James Bond han exhibido la belleza del lugar. Una de las películas que aborda la vida de los monjes es la coproducción greco-alemana “Meteora” del director Spiros Stathoulopoulos que narra la relación sentimental de un monje ortodoxo griego y una monja ortodoxa rusa.
Historia de los monasterios
Los monasterios están dispersos en Tesalia, cuya capital es la ciudad de Larissa. No hay exactitud sobre las fechas en las que los primeros ascetas se establecieron, aunque parece que al menos desde el siglo XII se constata la existencia de Agios Stefanos como primer asentamiento. La desintegración del Imperio bizantino había llevado a que las comunidades de monjes se fueran disgregando. Siempre en búsqueda de nuevas y seguras ubicaciones tres monjes Mosè, Gregory y Athanasios recorrieron Tesalia quedándose prendados de la zona donde se encuentran los monasterios.
En el siglo XIV los monjes que habitaban las numerosas grutas que abundan comienzan a concentrarse y la llegada de los otomanos significó la construcción de monasterios en lugares cada vez más inaccesibles. Por esta razón, las crestas de las rocas se antojaron ideales para este propósito, ya que además de la altura, la inexistencia de accesos y escaleras hacía todavía más complicado su conquista. Para bajar los monjes empleaban redes, cestas, cuerdas o escaleras retráctiles, que eran izadas cuando se sentían amenazados.
A lo largo de los siglos el conjunto de monasterios de Meteora alcanzó el número de 24, con una comunidad monástica considerable, donde escritores y viajeros ilustrados buscaban la paz y el silencio. En 1921 la reina María de Rumanía fue la primera mujer (no ordenada) que visitó uno de los monasterios de Meteora.
Desde la Segunda Guerra Mundial los monasterios sufrieron un abandono continuado que supuso un estado de ruindad y deterioro. Afortunadamente la restauración de varios de ellos y el interés turístico han permitido que se puedan recuperar.
Actualmente son seis los monasterios de Meteora que se pueden visitar: Agios Nikolaos (San Nicolas), Grande Meteoron o Monasterio de la Transfiguración, el monasterio de Varlam, el Monasterio Roussanou o de Santa Barbara, el Monasterio Aghia Triada (Santa Trinidad), y el Monasterio de Agios Stefanos (San Esteban). Cuatro de ellos son monasterios de órdenes masculinas y dos de ellos de monjas, todos ellos con menos de diez personas cada uno.
Para poder visitar los seis monasterios se recomienda dedicar tres o cuatro días, ya que por ejemplo el Monasterio de la Transfiguración requiere casi de por sí un solo día.
Monasterio Gran Meteoron o Monasterio de la Transfiguración de Jesús
El Gran Meteoron es el más antiguo, el que se eleva a mayor altura (615 metros) y el de mayor tamaño de los veinticuatro. No en vano su nombre de Gran Meteoron alude a ese tamaño sobre la “Gran Roca”, Platis lithos.
El monje -luego santificado- San Atanasio dirigió la construcción del monasterio siguiendo el estilo tardobizantino. Comenzó en 1340 con la ayuda de 14 monjes, levantando el edificio de la Iglesia de la Madre de Dios, Theomitoros. Posteriormente otro templo fue añadido, el de la Transfiguración de Jesús, que acabó dando nombre al monasterio. El recinto estuvo aislado hasta 1923 cuando se planearon un acceso de escaleras. Precisamente por este motivo es aún más impresionante el hecho de que pudieran transportar los materiales necesarios para la construcción del monasterio.
El monasterio al que se llega subiendo 300 escalones, alberga hoy un museo, visitable al igual que el refectorio, la iglesia del siglo XIV, las salas decoradas con frescos, las tres capillas de San juan Bautista, San Constantino y Santa Elena y SAn Atanasio; el patio y los viñedos que cultivaban los monjes. Curioso y sorprendente para muchos visitantes es la sacristía donde se fueron colocando las calaveras de los monjes que vivieron y murieron aquí.
El monasterio fue a lo largo de los siglos, además de un lugar de meditación, un espacio de conservación de manuscritos, que gracias al aislamiento permitieron su conservación.
Horario de 09:00 a 17:00 todos los días salvo los martes que cierra.
Monasterio Varlam
El sagrado Monasterio de Varlaam es el segundo en tamaño, ubicado en el extremo al Monasterio de Gran Meteoro, y fundado a mediados del siglo XIV por el monje Hosios Varlaam, del que recibe el nombre . Al anacoreta y a los monjes les llevó 22 años transportar el material a lo alto para completar la construcción. En el interior del museo se pueden ver las cestas con las cuerdas empleadas para llevar materiales y los frescos de la capilla principal, destacando la representación del Apocalipsis.
Hasta el siglo XX la única forma de llegar era ser izado en las cestas. Afortunadamente hoy es más sencillo llegar gracias a los 195 escalones que se tallaron en la piedra.
Monasterio de Roussanou, o de Santa Barbara
Al parecer, la construcción del monasterio Roussanou fue promovida por los monjes Nicodemo y Benedetto en 1388, aunque otros historiadores defienden que fueron los hermanos Maximos y Ioasef di Giannina. El nombre podría honrar al primer eremita que se refugió en la colina. Sea como fuere lo que parece seguro es que la catedral fue fundada a finales del siglo XVI, y decorada 30 años después. A este monasterio actualmente de monjas se llega después de ascender los 140 escalones y atravesar dos pequeños puentes de piedra. De los seis visitables de Meteora es el que se encuentra a menor altitud.
Monasterio de Aghia Triada (Santa Trinidad)
Aghia Triada es el monasterio de acceso más complicado, pero tras subir los peldaños que habilitan alcanzarlo, sus vistas panorámicas del resto de monasterios son merecedoras del esfuerzo. Fue fundado en el año 1438.
Monasterio de Agios Nikolaos (San Nicolas)
Agios Nikolaos o San Nikolaos Anapafsas fue construido en el siglo XIV, y es uno de los más modestos en tamaño. En ocasiones queda fuera de los tours clásicos de los monasterios pero su fácil acceso (inmediatamente después del pueblo de Kastraki) lo hace una opción nada desdeñable si contamos con tiempo. El afamado artista Theophanis Strelitzas es el autor de los frescos interiores que detallan escenas bíblicas y de la vida monástica en el siglo XVI.
Monasterio de San Esteban – Agios Stefanos
Agios Stefanos es el monasterio más fácil de visitar ya que en vez de escaleras se conectó gracias a un pequeño puente que llega hasta la entrada. Gracias a su accesibilidad es ideal para aquellos turistas con dificultades de movilidad, pero que no quieran perderse la oportunidad de conocer al menos uno de los monasterios de Meteora.
El emperador Andronicus Paleologos visitó el emplazamiento en el siglo XIV y financió la construcción de una nueva iglesia. Durante la segunda Guerra Mundial sufrió serios daños a causa de bombardeos alemanes, y sus frescos fueron posteriormente arruinados por los comunistas griegos en los años de la guerra civil. Hasta 1961 permaneció abandonada, año en el que una congregación de monjas regresó. El antiguo refectorio se ha reconvertido en un pequeño museo de tapices y bordados.
Entrada y visita
La visita a los monasterios exige cumplir con las normas relacionadas con la ropa, la toma de fotografías y de grabación en vídeo.
Deporte
Por la pendiente de las rocas Meteora se ha convertido en lugar de “peregrinaje” de escaladores de todo el mundo, que desafían la inclinación y dificultad de las moles de piedra con su esfuerzo titánico.
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