VIDEO DE BLANCA RUIZ
VIERNES 16 DE JUNIO. Travnik. Sarajevo
Salimos hacia Sarajevo, a la mayoría Sarajevo nos suena a
guerra por lo que estábamos
Ansiosos de llegar a la ciudad, y ver como había cambiado la
ciudad, no tuvimos mucha suerte, ya que llegamos lloviendo sin parar, y no paro
en toda la noche, algo que no impidió que visitásemos la ciudad a pesar de
calarnos de agua.
Pero antes de llegar a Sarajevo, tuvimos que pasar la
frontera de nuevo, y parar en la ciudad de TRAVNIK, una visita que no
olvidaremos, el primer lugar que vistamos en Bosnia, y nos impacto mucho, lo
primero tuvimos que cambiar dinero.
No estaban muy acostumbrados a recibir turistas y nos
miraban con curiosidad.
Visitamos este lugar, porque fue la residencia de los gobernantes del imperio otomano en Bosnia. Visitando el
pueblo comenzó a llover, y unos se dedicaron a probar el plato típico, otros a
visitar la mezquita y presenciar un funeral, y cuando dejo de llover, subimos a
la antigua fortaleza, pasaba el rio por debajo, con cascada incluida.
Desde la fortaleza se podían ver siete minaretes, por lo que
la ciudad tenía siete mezquitas.
Pudimos visitar un museo de la historia de la ciudad.
En la plaza del pueblo estaba el nacimiento del rio azul,
y tiendas y restaurantes, todos
amontonados. Un lugar muy peculiar, en el que musulmanes y otras religiones convivían
en armonía, sin extrañar nada, todo parecía ser muy normal
Históricamente Travnik es muy rica, con mucha historia, sus
mezquitas antiguas, verdaderas joyas, aunque las estaban restaurando, pero la
ciudad pobre, como si estuviese anclada en el pasado.
No es muy visitada, nuestro conductor Gordan, no la había visitado
nunca.
Dejamos Travnik y nos fuimos hacia Sarajevo, el paisaje iba
cambiando, cada vez se veía más pobreza, casas abandonadas, quemadas, otras
casas nuevas pero sin terminar.
Llegamos a Sarajevo sin cesar de llover.
Un hotelazo, H colors el que nos esperaba en Sarajevo.
Salimos a descubrir la ciudad, pero lo único que conseguimos
fue mojarnos y también cenar muy bien, en este país se come muy bien, y barato
SABADO 17 DE JUNIO..Sarajevo. Comida en Jablanica. Blajaj.Mostar
Por la mañana quedamos a las 9 todos juntos y hicimos una
ruta por la ciudad, visitamos la catedral y la mezquita más importante de la
ciudad.
Todo el ritual al que aún no estábamos acostumbrados,
descalzarse, dejar el calzado a la entrada, las mujeres taparse la cabeza.
Continuamos la visita por el casco antiguo, el bazar, la
fuente Sebilj, que es símbolo de la ciudad, en una plaza muy grande, muy
bulliciosa, llena de gente, y rodeada del bazar, con talleres de artesanos, y
cafés turcos.
Una ciudad con muchísima vida Sarajevo, eran las 10 de la
mañana, seguimos a la biblioteca, que ahora es el ayuntamiento, un edificio
colosal, y con una placa con un mensaje muy duro.
Unos continuamos por el rio, pasando por puentes que eran
muy antiguos pero todos habían sido destruidos, y estaban renovados, edificios muy interesantes
modernistas, otros con gran necesidad de ser restaurados, frente a la
universidad de arte, un puente, muy muy original, y regresamos al hotel,
pasando por otras mezquitas.
A las 11 dejamos la ciudad con pena, y con ganas de volver,
y nos fuimos a visitar el túnel de la guerra, un lugar que pone los pelos de
punta.
Porque el conductor lo conocía, de lo contrario complicado
de encontrar.
El túnel tiene setecientos metros pero solo se visitan unos
veinte metros, por debajo del aeropuerto de Sarajevo, y fue la única vía de
abastecimiento durante la guerra. Comenzaba en el garaje de una familia, que
tuvo la idea de hacerlo y terminaba en un barrio de la periferia.
Se convirtió en un símbolo de la resistencia y de supervivencia.
Ha sido una de las visitas más emotivas del viaje.
Dirección Mostar,
pasamos por Jablanica, un lugar interesante por su museo de la guerra mundial,
y que cerca ocurrió una batalla muy importante y por sus restaurantes de
cordero a la brasa.
Habíamos reservado en el restaurante más famoso, aunque hay más
de una docena.
Restaurante Zdrava
Voda.Un lugar muy bonito con comedores interiores y exteriores, con capacidad
para más de 300 personas, al llegar nosotros, se iba un autobús de japoneses.
Los corderos se hacían a la brasa en la calle, y se podía ver como se asaban.
Comimos muy bien, el cordero estaba exquisito, aunque el día
era muy caluroso, el comedor en la calle
con unas cristaleras, hacia muy buena temperatura.
Con el estomago lleno continuamos hacia Mostar, pero como
era pronto y había que visitar tantos
lugares alrededor de Mostar, nos fuimos a visitar Blagaj, sin saber el lugar
tan bonito que nos esperaba. Como casi todos los lugares que hemos visitado
Blagaj, tenía una fortaleza en la montaña, los dos andarines de nuestro grupo
subieron a pesar del calor que hacía.
Lo más importante de este lugar es la casa de los Derviches,
y a la llegada del pueblo, conocimos a un chico que hablaba español; lo había aprendido
con los cascos azules y hacia de guía, nos acompaño a visitar la casa de los
derviches y nos lo explico todo.
Los derviches pertenecen a una cofradía religiosa musulmana,
y se reunían aquí para meditar.
La casa estaba en un lugar precioso, construida en la base
de una rosa de 200 metros en el nacimiento del rio Buna; después de visitar la
casa, disfrutamos de toda la zona, hicimos fotos etc
Llegamos a Mostar casi de noche, y la zona antigua del
puente es un lugar indescriptible.
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