DOMINGO 18 DE JUNIO. Visita guiada de Mostar. Medjugorge.
Cataratas de Kravica. Pocintelj.
Un día muy intenso este domingo.
A las 9 comenzamos la visita guiada con la guía en Mostar, por la iglesia católica,
que fue destruida y la están reconstruyendo,
una planta está aún en obras, pero en la planta baja estaban en misa, es
inmensa.
Continuamos andando por el casco antiguo, que estaba muy
tranquilo, sin apenas turistas.
Mostar está lleno de turistas, pero son visitas de un día,
vienen de Croacia, lo visitan y se vuelven a Croacia otra vez, por lo que por
la mañana y por la noche la ciudad está muy tranquila. Nos contaron toda la
historia del famoso puente de Mostar, la guía no quiso entrar en temas de la
guerra, al contrario que la guía de Zagreb, que nos conto, su versión.
La visita duro aproximadamente una hora, ya que el casco
antiguo de Mostar es pequeñito, volvimos a disfrutar de ese puente maravilloso,
y las calles principales muy típicas, pero abarrotadas de tiendas, restaurantes
etc., y nos fuimos hacia el bus.
Nos íbamos hacia Medjugorje, donde en 1981 se apareció la
Virgen a seis jóvenes.
Cuando llegamos tenía lugar la misa del domingo, que la
hacen en la calle, y está preparado para 5000 personas, y quizás las había. En
el parking había más de 50 autobuses
apenas había lugar para nuestro autobús. Es la mayor atracción turística de
Bosnia.
Se puede subir a la montaña donde apareció la virgen, que está
señalado por una cruz azul, visitar el Cristo que le caen lagrimas y la iglesia
de Santiago, donde siempre hay gente .
Desde la aparición de la Virgen, han visitado Medugorje, más
de quince millones de personas.
Nosotros continuamos nuestro viaje hacia las Cataratas de kravica.
Un lugar maravilloso, naturaleza pura, era domingo y estaba
un poco saturado de gente, pero fue fantástico, había que bajar bastantes escaleras, pero abajo había un lugar con
terraza para comer, y disfrutar de la vista.
Los más animados se bañaron rápidamente, otros comieron en
la terraza, pero todos disfrutamos de unas cataratas maravillosas.
Las cascadas miden entre 26-28 metros y su vegetación es un
autentico jardín vertical, musgos y líquenes. Entre la vegetación, y las
cascadas un lugar fresquito para los días calurosos.
Y con pena abandonamos un lugar muy famoso en Bosnia y nos
fuimos hacia Pocintelj.
Un pueblo modelo, colgado de una montaña con fortaleza y
muralla, con vistas increíbles, aunque las escaleras para subir, no eran las
mejores.
Visitamos la mezquita Hadzi Alija, pequeña pero muy bonita,
había sido destruida en la guerra, y la habían reconstruido y
además no era turística, mientras nosotras la visitábamos y nos
hacíamos fotos, entraron varias personas
a rezar, con todos sus rituales, saludaban al cuidador, muy interesante todos
estos rituales para nosotros. Probablemente como para ellos los de nuestra
religión.
Nosotros seguimos todo el protocolo, el pañuelo a la cabeza
las mujeres, todos descalzos, lso hombres son pantalones cortos se tenían que
cubrir las piernas etc
Después subimos unos a la muralla, otros a la fortaleza, la
casa de los artistas estaba cerrado.
Mujeres del pueblo tenían puestos y vendían, higos pasos muy
ricos, nueces, moras etc
Una forma de subsistir.
Escaleras arriba y abajo visitamos todo el pueblo, como
recompensa que el duro dia nos tomamos un refresco y a Mostar de nuevo.
Y a disfrutar de nuevo de Mostar de noche, algo maravilloso.
LUNES 19 DE JUNIO-Trevinje.Rumbo a Montenegro.Bahia de
Kotor. Risan.Perast y Budva.
Abandonamos Mostar con la esperanza de volver, y que hayan
cambiado el asfalto del puente que es peligrosísimo.
Y nos vamos hacia Trevinje antes de salir de Bosnia.Llegamos
y había mercado, los campesinos estaban en el mercado ofreciendo la fruta, sus
quesos, y en general productos de la
tierra, todo de una calidad muy buena, aprovechamos para comprar fruta,
algunos queso.
Unas picotas riquísimas, que habían madurado en el árbol.
El pueblo muy agradable, comenzando a ser descubierto por el
turismo, La oficina de turismo la estaban pintando, y nos perdimos por el
pueblo, buscan el puente famoso, y el
monasterio que estaba a tres km y el calor
era excesivo para ir andando. El pueblo nos encanto, con una vida increíble en
las calles, en las terrazas, pero sin perder sus peculiaridades de pueblo y sus
costumbres.
Teníamos de abandonar Bosnia, con pena, y de nuevo frontera, los montenegrinos se
fiaron mas de nosotros y no tuvimos que bajar del autobús ni escanear los
pasaportes, con una lista con nombres y pasaportes se conformaron.
A la expectativa de llegar a Montenegro tan famoso, por sus
paisajes y su bahía.
Paramos en un pueblo con su puerto, y su casco antiguo, sin
ser excesivamente turismo y comimos,
todavía quedaban dos horas para llegar al hotel
Montenegro no nos
decepciono en absoluto, todo lo contrario, llegar a la famosa bahía de Kotor, y
bordearla que nos llevo más de dos horas, con un paisaje maravilloso, estaba
cayendo la tarde y la luz era maravillosa, pasamos por Kotor, patrimonio de la
humanidad y vimos sus murallas, decidimos visitarlo al día siguiente, pasamos
por Perast y Risan, esas islitas en la bahía con sus iglesias, parecía un
sueño.
Y llegamos a nuestro hotel en Budva, un complejo turístico
con playa en el hotel, piscinas, unas villas por el jardín, que era donde nos alojábamos, algo nuevo para el
grupo.
Llegamos aparcamos nuestras cosas y a la playa, la gente se
había ido la mayoría, eran las seis de la tarde, un baño y rato en la tumbona,
no se puede pedir más.
Pero quedaba mucho día por delante, aún.
Budva es muy turístico en una zona llena de hoteles y complejos turísticos, y en
la otra parte está el casco antiguo, que es muy precioso, y es como si no existiría mas, te olvidas que
existe una parte llena de edificios amontonados, más bien feos.
A las ocho de la tarde coincidimos varios grupos sin querer
buscando taxi para ir al casco antiguo,
acabamos cogiendo seis taxis y cenando todos en un fantástico restaurante de
pescado todos juntos, una mariscada.
Un grupo vino a amenizarnos la velada, cantaron muy bien, y
cenamos muy bien. Acabamos paseando por el casco antiguo, una pena de tener más
días allí, era muy agradable, pero ya estábamos cansados, los días de viaje ya iban pesando, y la playa
cansa mucho.
Al regresar al hotel los montenegrinos nos querían timar,
habíamos ido al pueblo por cinco euros por taxi y querían que pagásemos diez
euros por persona al regreso, bueno al final lo solucionamos.
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