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Egipto se recompone tras unos años convulsos, se ve con fuerzas para volver a recibir a esos turistas enamorados de sus encantos y, para ello, tira de cultura, de esa civilización milenaria que tanto seduce y que alcanzará mayor protagonismo con la inauguración en 2020 del Gran Museo Egipcio, un proyecto llamado a ser el mayor museo de arqueología del mundo.
Tras 15 años de trabajos, su inauguración lo convertirá en una realidad por la que se podrá pasear y maravillarse con las 45.000 obras de arte que planea exhibir.Atención al dato, porque de ellas, 25.000 nunca antes habían sido expuestas.Además, y para que el atractivo sea aún mayor, 5.000 piezas proceden de la tumba de Tutankamón.
Y sí, efectivamente, podemos decir que el Gran Museo Egipcio (GEM) será colosal, como las colecciones que albergará en su interior y en consonancia con el entorno en el que se ubica: a unos 20 kilómetros al suroeste de El Cairo, en 50 hectáreas de terreno entre la capital del país y las Pirámides de Guiza.
De hecho, tan solo 2 kilómetros le separan de estas Pirámides lo que le convierte en un nuevo mirador desde el que contemplar estos monumentos con los que intenta mimetizarse gracias a un diseño de geometría triangulada con una fachada de 800 metros de longitud y 40 metros de altura. Tamaña genialidad es obra del estudio Heneghan Peng Architects.
Los 168.000 metros cuadrados de superficie con los que cuenta el edificio se han dividido en tres grandes galerías, instalaciones para conferencias, espacios educativos, un centro de conservación y restauración, zonas de ocio, restaurantes, tiendas y cafeterías. También cuenta con edificios auxiliares y amplios jardines.
Las áreas expositivas se situarán en los niveles superiores del GEM y permitirán hacer un recorrido desde la Prehistoria hasta la época grecorromana, pasando por las dinastías faraónicas.
Ya solo la entrada da pistas de lo que uno podrá disfrutar: una impresionante estatua de Ramsés II, de más de 80 toneladas de peso y 11 metros de altura, recibirá al visitante el cual podrá acceder al resto del espectáculo por una escalera de 25 metros de altura.
Las revoluciones egipcias -en 2011 y la asonada militar en 2013-, así como los atentados terroristas de los últimos años, han llevado a la industria del turismo egipcio a su límite. De los 550 millones de dólares que iba a costar el proyecto -360 financiados con un préstamo del Gobierno japonés-, los gastos han llegado finalmente a mil millones de dólares, financiados con un segundo préstamo nipón de 450 millones de dólares. -Si no lo inauguramos ya, los costes se dispararán. Soy positivo. Con este nuevo escenario, la exhibición del rey Tutankamón… el mundo vendrá-, insiste el director del museo.
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