Región de Maramures
Maramures es una región poco conocida para los turistas que llegan a Rumania atraídos por la imagen del país como si sólo estuviese comprendido por Transilvania. Se sitúa en la parte norte, límite con Ucrania y la vida tranquila de sus pueblos como Vaser Valle, Baia Mare, Viseu de Sus, la ciudad romana de Ieud – fundada por los dacios- Satu Mare, o Sighetu Marmatiei es garantía de gente hospitalaria, gastronomía tradicional y mucha naturaleza como la del Valle de Iza.
La realidad mejora lo esperado ya que tras leer con un poco de atención cualquier guía, encontramos referencias a Maramures, a la arquitectura de sus iglesias de madera, a los monasterios históricos, y a las tradiciones que perviven casi intactas desde hace siglos. En Baia Mare, la capital de Maramures, podemos visitar el Museo etnográfico, uno de los mayores de Rumanía, y que conserva utensilios que incluso no es extraño encontrar en la agricultura y manufacturas actuales.
La madera es el material noble que embellece las famosas puertas de Maramures, que no dejan de ser obras maestras de la escultura y tallado sobre la “carne de árbol”. Prácticamente todas las casas tienen un arco de madera donde se dibujan ornamentos florales junto a símbolos folclóricos o imágenes e santos.
Incluso las casas más nuevas tienen puertas recientes de madera, más sofisticadas y que a veces parecen ajadas, pero son de manufactura reciente. Si somos amantes de la fotografía podemos estar parando cada cien metros en nuestra ruta por Maramures, buscando la foto de la puerta más grandiosa.
El complejo de Barsana reúne un buen número de iglesias que forman un conjunto de monasterio del siglo XIV muy bello y agradable por donde pasear. Reconstruido y reformado posee una de las iglesias de madera más altas de Europa.
Por otro lado, el cementerio alegre de Sapanta aúna dos conceptos antagónicos. Denominar alegre a un cementerio puede sonar macabro, pero no hay duda de que paseando por las hileras de tumbas se nos esbozará una sonrisa, incluso sin entender los epitafios que acompañan a las tumbas. El grafismo del autor, Stan Patras, adorna cada tumba, con sus coloridas cruces, y con los dibujos que representan escenas cotidianas de los fallecidos, ya fueran subidos en su tractor u ordeñando al ganado.
En invierno el resort de Borsa, a los piés del monte Pietrosul -el más alto de los Cárpatos – se llena de esquiadores que acuden en busca de un enclave deportivo muy apreciado.
Tradiciones de Maramures
Junto a la gastronomía y la arquitectura, el folclore y las tradiciones milenarias lo forman algunos productos típicos como las alfombras tejidas, los clop: gorros típicos de los hombres, las blusas bordadas de las mujeres, y como no un buen vaso de palinka, un licor fuerte hecho a base de ciruelas.
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